jueves, 22 de diciembre de 2011

Cómo hace Pastéis de Belém freestyle. Muy fácil y buenísimos!

Cada vez estoy más segura de que la necesidad nos hace creativos. Sin ir más lejos, ahora que tengo tiempo para hacer mis experimentos, me he inventado unos pastelitos que han acabado recordándome a los Pastéis de Belém de Lisboa.





Todo empezó cuando entré en la cocina y me encontré un par de mandarinas pochas y dos manzanas en el fondo del frutero....


Da pena ¿verdad? Es que la fruta de invierno es tan sosa!! No me gusta nada y, como suele pasar, el destino es cruel y acabé con unas 25 manzanas en el cajón de la nevera. Obviamente tenía que hace algo con esas manzanas ecológicas y fantásticas que, además, son un regalo de la Marica.
Decidí hacer un pà de pessic (bizcocho) de manzana, pero hace poco ya hicimos uno y no me apetecía. Así que pensé en aprovechar una lámina de hojaldre que iba a caducar en unos días, pero, de nuevo, no tenía molde para hacer la tarta... lo que sí tengo son moldes de muffins, así que decidí hacer tartaletas individuales con natillas y compota de manzana con canela.
Esta es la receta que he seguido, suelo trabajar "a ojo" pero voy a intentar poner alguna medida para dar una referencia, aunque recomiendo seguir la intuición de cada uno y disfrutar siendo lo más creativo posible!

INGREDIENTES

Para la compota de manzana:
- Las manzanas que tengáis por ahí.
- 2-3 cucharadas de azúcar (preferiblemente integral) o algún sirope o melaza. (Yo utilicé sirope de ortiga casero, que endulza pero no empalaga, las manzanas ya son dulces!)
- Canela en rama o en polvo.
- La ralladura de la piel de medio limón (sólo la parte amarilla, que lo blanco amarga)
- Un pizquita de cardamomo molido (esto no es imprescindible, pero queda muy bueno)
- Un poquito de agua.

Para las natillas
- Un vaso y medio de leche.
- 3 huevos
- 3 cucharadas de harina de maíz (Maicena)
- 3 cucharadas de azúcar (si se es goloso se puede poner alguna más)
- Esencia de vainilla o la raspadura de una vaina de vainilla (esto último mucho mejor!)


Para las tartaletas:
Un rollo de pasta de hojaldre fresca, así de fácil!

PREPARACIÓN
Lo primero es la comporta de manzana, que tarda un ratico. Se pelan y se trocean las manzanas en cuadraditos pequeños, como cuando hacemos una tortilla de patatas. En una olla ponemos un par de dedos de agua, echamos el azúcar (o la melaza o el sirope) y añadimos las manzanas troceadas. Espolvoreamos la canela (o metemos la ramita), el cardamomo y la ralladura de limón. Tapamos la olla y lo dejamos a fuego lento vigilando que no se pegue el fondo. Las manzanas soltarán mucha agua, por eso, cuando notemos que los trozos empiezan a deshacerse (necesitaremos al menos una hora), destapamos para que empiece a evaporarse el agua. Yo preparé esto con un día de antelación y lo tuve al fuego casi tres horas. Sabréis que está hecha cuando haya trocitos de manzana y también partes desechas, sobretodo, que no quede demasiada agua. Como referencia podéis ver cómo me ha quedado a mi.


Mientras se hacen las manzanas, podemos preparar las natillas, han de ser bastante compactas para que se aguanten cuando mordamos las tartaletas. Si veis que no espesa suficiente, podéis añadir más harina. Supongo que ya lo sabréis, pero por si hay algún despistado, las salsas con harina espesan cuando la mezcla empieza a hervir, no antes, así que esperad a que hierva para ver qué tal está de espesor.

Así me quedaron a mí, el espesor es el correcto!

Bien, empezamos. Yo, para evitar grumos, he puesto primero la harina en un cazo y, poco a poco, he ido echando la leche con un chorrito muy fino sin dejar de remover con las varillas, así se me iba formando una cremita sin grumos. Luego he incorporado los huevos ya batidos de antes y el azúcar y la vainilla. Es muy importante que durante todo el rato removamos bien la mezcla evitando que se pegue el fondo y los bordes de la olla. Cuando empiece a hervir y espese, lo retiráis del fuego. Recordad que ha de estar bastante espeso, siempre estáis a tiempo de modificar la mezcla y, si salen grumos, le podéis pasar el "minipimer" para deshacerlos.

Ahora es el momento de encender el horno a 200º, arriba y abajo y sin ventilador.

Reservamos las natillas y vamos a por la masa de hojaldre. La abrimos y la extendemos sobre el mármol con el papel antiadherente que trae. Con ayuda de un vaso que tenga un diámetro mayor que el de los moldes de muffins, recortamos círculos.



Forramos los moldes con la masa y la pinchamos con un tenedor para que no so hinche. Si utilizáis moldes de silicona no hace falta engrasar, si utilizáis directamente la bandeja metálica (yo lo he hecho con dos pasteles porque me sobraba masa) podéis engrasarlos o espolvorear harina para que no se pegue.



Los restos de masa que quedan se aprovechan, claro está, hacemos una bola, espolvoreamos un poco de harina y extendemos de nuevo con el rodillo para repetir la operación de los moldes.



Es mejor no manipular demasiado el hojaldre, no es fácil de extender, luego se va encogiendo poco a poco, pero no queda otra, paciencia y, mi consejo, yo ponía el circulo en el molde y lo extendía con el dedo o una cuchara para que se pegara bien a los bordes y no se encogiera.



Cuando tengamos todos los moldes con la masa, le añadimos una cucharada (más o menos) de natillas, que rellene 3/4 partes del espacio.




Añadimos a hora la compota de manzana, rellenando los moldes hasta el borde del hojaldre.



Ahora sólo queda meterlo en el horno! A mi se me cocinó en una media hora. Los últimos 5 minutos puse el horno sólo arriba para que se doraran por encima un poco.

y voilà!!



Están buenísimos!!

Algunos trucos y consejos
Yo que soy un poco bruta, siempre hago comida de más, así que me ha sobrado compota y natillas. La manzana hervida me la cocinaba así mi madre cuando estaba malita de la barriga y no quería comer, así que siempre os la podéis comer de postre o para merendar, sino podéis utilizarla como mermelada encima de las tostadas, a mi me encanta con una capita fina de crema de cacahuete, el contraste dulce salado queda genial!

Las natillas también pueden reinventarse, se vuelven a poner al fuego y, removiendo con la varillas, vamos añadiendo leche, no mucha!! han de quedar como natillas, no como batido! Yo las he puesto en un vaso y encima le he puesto una capa de compota de manzana. Seguro que el Darko se las zampa nada más descubrirlas!



Bueno, espero que estos días de navidad, si tenéis tiempo y no estáis empachados, cocinéis  estos Pastéis de Belém Mutantes! en Eslovenia no hay turrones ni polvorones, así que no es ninguna aberración hacer otro tipo de dulce, sobretodo si es casero, se agradece!

Cómo hace Pastéis de Belém freestyle. Muy fácil y buenísimos!

Cada vez estoy más segura de que la necesidad nos hace creativos. Sin ir más lejos, ahora que tengo tiempo para hacer mis experimentos, me he inventado unos pastelitos que han acabado recordándome a los Pastéis de Belém de Lisboa.

Todo empezó cuando entré en la cocina y me encontré un par de mandarinas pochas y dos manzanas en el fondo del frutero....


Da pena ¿verdad? Es que la fruta de invierno es tan sosa!! No me gusta nada y, como suele pasar, el destino es cruel y acabé con unas 25 manzanas en el cajón de la nevera. Obviamente tenía que hace algo con esas manzanas ecológicas y fantásticas que, además, son un regalo de la Marica.
Decidí hacer un pà de pessic (bizcocho) de manzana, pero hace poco ya hicimos uno y no me apetecía. Así que pensé en aprovechar una lámina de hojaldre que iba a caducar en unos días, pero, de nuevo, no tenía molde para hacer la tarta... lo que sí tengo son moldes de muffins, así que decidí hacer tartaletas individuales con natillas y compota de manzana con canela.
Esta es la receta que he seguido, suelo trabajar "a ojo" pero voy a intentar poner alguna medida para dar una referencia, aunque recomiendo seguir la intuición de cada uno y disfrutar siendo lo más creativo posible!

INGREDIENTES

Para la compota de manzana:
- Las manzanas que tengáis por ahí.
- 2-3 cucharadas de azúcar (preferiblemente integral) o algún sirope o melaza. (Yo utilicé sirope de ortiga casero, que endulza pero no empalaga, las manzanas ya son dulces!)
- Canela en rama o en polvo.
- La ralladura de la piel de medio limón (sólo la parte amarilla, que lo blanco amarga)
- Un pizquita de cardamomo molido (esto no es imprescindible, pero queda muy bueno)
- Un poquito de agua.

Para las natillas
- Un vaso y medio de leche.
- 3 huevos
- 3 cucharadas de harina de maíz (Maicena)
- 3 cucharadas de azúcar (si se es goloso se puede poner alguna más)
- Esencia de vainilla o la raspadura de una vaina de vainilla (esto último mucho mejor!)


Para las tartaletas:
Un rollo de pasta de hojaldre fresca, así de fácil!

PREPARACIÓN
Lo primero es la comporta de manzana, que tarda un ratico. Se pelan y se trocean las manzanas en cuadraditos pequeños, como cuando hacemos una tortilla de patatas. En una olla ponemos un par de dedos de agua, echamos el azúcar (o la melaza o el sirope) y añadimos las manzanas troceadas. Espolvoreamos la canela (o metemos la ramita), el cardamomo y la ralladura de limón. Tapamos la olla y lo dejamos a fuego lento vigilando que no se pegue el fondo. Las manzanas soltarán mucha agua, por eso, cuando notemos que los trozos empiezan a deshacerse (necesitaremos al menos una hora), destapamos para que empiece a evaporarse el agua. Yo preparé esto con un día de antelación y lo tuve al fuego casi tres horas. Sabréis que está hecha cuando haya trocitos de manzana y también partes desechas, sobretodo, que no quede demasiada agua. Como referencia podéis ver cómo me ha quedado a mi.


Mientras se hacen las manzanas, podemos preparar las natillas, han de ser bastante compactas para que se aguanten cuando mordamos las tartaletas. Si veis que no espesa suficiente, podéis añadir más harina. Supongo que ya lo sabréis, pero por si hay algún despistado, las salsas con harina espesan cuando la mezcla empieza a hervir, no antes, así que esperad a que hierva para ver qué tal está de espesor.

Así me quedaron a mí, el espesor es el correcto!

Bien, empezamos. Yo, para evitar grumos, he puesto primero la harina en un cazo y, poco a poco, he ido echando la leche con un chorrito muy fino sin dejar de remover con las varillas, así se me iba formando una cremita sin grumos. Luego he incorporado los huevos ya batidos de antes y el azúcar y la vainilla. Es muy importante que durante todo el rato removamos bien la mezcla evitando que se pegue el fondo y los bordes de la olla. Cuando empiece a hervir y espese, lo retiráis del fuego. Recordad que ha de estar bastante espeso, siempre estáis a tiempo de modificar la mezcla y, si salen grumos, le podéis pasar el "minipimer" para deshacerlos.

Ahora es el momento de encender el horno a 200º, arriba y abajo y sin ventilador.

Reservamos las natillas y vamos a por la masa de hojaldre. La abrimos y la extendemos sobre el mármol con el papel antiadherente que trae. Con ayuda de un vaso que tenga un diámetro mayor que el de los moldes de muffins, recortamos círculos.



Forramos los moldes con la masa y la pinchamos con un tenedor para que no so hinche. Si utilizáis moldes de silicona no hace falta engrasar, si utilizáis directamente la bandeja metálica (yo lo he hecho con dos pasteles porque me sobraba masa) podéis engrasarlos o espolvorear harina para que no se pegue.



Los restos de masa que quedan se aprovechan, claro está, hacemos una bola, espolvoreamos un poco de harina y extendemos de nuevo con el rodillo para repetir la operación de los moldes.



Es mejor no manipular demasiado el hojaldre, no es fácil de extender, luego se va encogiendo poco a poco, pero no queda otra, paciencia y, mi consejo, yo ponía el circulo en el molde y lo extendía con el dedo o una cuchara para que se pegara bien a los bordes y no se encogiera.



Cuando tengamos todos los moldes con la masa, le añadimos una cucharada (más o menos) de natillas, que rellene 3/4 partes del espacio.




Añadimos a hora la compota de manzana, rellenando los moldes hasta el borde del hojaldre.



Ahora sólo queda meterlo en el horno! A mi se me cocinó en una media hora. Los últimos 5 minutos puse el horno sólo arriba para que se doraran por encima un poco.

y voilà!!




Están buenísimos!!

Algunos trucos y consejos
Yo que soy un poco bruta, siempre hago comida de más, así que me ha sobrado compota y natillas. La manzana hervida me la cocinaba así mi madre cuando estaba malita de la barriga y no quería comer, así que siempre os la podéis comer de postre o para merendar, sino podéis utilizarla como mermelada encima de las tostadas, a mi me encanta con una capita fina de crema de cacahuete, el contraste dulce salado queda genial!

Las natillas también pueden reinventarse, se vuelven a poner al fuego y, removiendo con la varillas, vamos añadiendo leche, no mucha!! han de quedar como natillas, no como batido! Yo las he puesto en un vaso y encima le he puesto una capa de compota de manzana. Seguro que el Darko se las zampa nada más descubrirlas!



Bueno, espero que estos días de navidad, si tenéis tiempo y no estáis empachados, cocinéis  estos Pastéis de Belém Mutantes! en Eslovenia no hay turrones ni polvorones, así que no es ninguna aberración hacer otro tipo de dulce, sobretodo si es casero, se agradece!

sábado, 17 de diciembre de 2011

Making christmas cookies! (and muffins)

Hoy hemos estado toooda la tarde preparando cosas ricas! Mañana vamos a visitar a los abuelos de Darko y, de paso, pasaremos por casa de sus padres, así que hemos decidido hacerles unos regalos navideños.



Primero hemos preparado unos muffins con una receta que nuca habíamos probado. Además, ha sido la primera vez que hemos usado la panificadora para preparar la masa.



Aunque no los hemos probado, pintan bien. No son los típicos muffins estilo madalenas, son más bien una variante entre brioche y panettone con almendras picadas y frutas dulces por dentro, para hacerlos más navideños.


Tenía ganas de preparar muffins para la Marica, la madre de Darko, ya que llevo dos intentos fallidos de hacerle llegar cosas ricas que había cocinado ¿el motivo? Darko acababa comiéndoselo todo! =S Pero mañana haré la entrega personalmente!



También hemos preparado galletas para colgar del árbol de Navidad! Nunca habíamos preparado cookies así, haciendo el glacé y todo y utilizando colorante alimenticio para decorarlas. La verdad... están muy malas! La decoración está hecha de azúcar pura! Bueno, quizás he exagerado un poco, son totalmente comestibles y, si eres goloso, incluso te pueden gustar, pero es que a mi el azúcar refinada y ese sabor a edulcorante no me va nada... además de que no debe de ser nada bueno...


En realidad, las galletas solas, sin la decoración, sí que están buenas, están hechas con polvo de almendras y azúcar integral (entre otras cosas) así que han quedado bien ricas.


Yo me lo tomo más como una manualidad que como una receta, ha sido un currazo!! nos hemos tirado 4 horas metidos en la cocina!! Pero todo sea por La Familia! (esto hay que leerlo estilo Vitto Corleone).


Al final, de tan cansados que estábamos no sabíamos ni cómo decorarlas, además, no teníamos moldes de galleta!! todas las formas las hemos hecho a mano, cortando con un cuchillo! así que rectifico y pasamos de la categoría manualidad a la de artesanía! Ahora solo falta colgarles un lacito. En la foto no se aprecia, pero casi todas las galletas tiene un agujerito para poder colgarlas en el árbol, las que no, estarán en plan atrezzo alrededor del árbol, o le meteremos unas pocas al niño Jesús en el Belén, en vez de la mula y el buey, le ponemos a Bob Esponja y a un gato como guardaespaldas. =)




jueves, 15 de diciembre de 2011

Catalunya vs. Slovenia ¿Qué Navidad te gusta más?

Esto empieza a ser un clásico del blog de Pez Humano... ¿qué te gusta más? Eslovenia? o España? ya lo preguntamos en Semana Santa y ahora lo hacemos en Navidad. Aunque esta vez, centrándonos en la tradición catalana.
Por desgracia, ambas navidades están dominadas por el espíritu consumista... pero también queda espacio para las tradiciones más auténticas y, por qué no decirlo, frikis.

1. La vieja Fira de Santa Llúcia vs. el nuevo mercadillo de Ljubljana.

La Fira de Santa Llúcia de Barcelona cumple en en 2011 225 años!!!! telaaaa!!


Los que la hemos visitado, sabemos que es un "must" de las Navidades, se vende de todo, desde musgo para el pessebre hasta chorizos, pasando por bufandas, collares hippies o camisetas de Sepultura.


¿Lo malo? que como todo en Barcelona, está masificado y acabas agotado de esquivar, pisar y ser pisado, de los carritos de bebé, los pakis que venden cosas voladoras y silbatos para ir a cazar pájaros (¿¿¿??) y de los pobre guiris que no se enteran de la película y a los que les roban la cartera en un plis plas (sí, esa es mi ciudad!).



En Ljubljana todo es más easy. Según mis fuentes, este es el segundo año en el que se celebra el mercadillo tradicional de Navidad y, la verdad, estoy sorprendida!!



A lo largo del río Ljubljanica  y del centro de la ciudad se concentran casetas al más puro estilo alemán que, he de decir, me encantan!


Se pueden comprar las cosas más variadas, pero todas relacionadas con la Navidad, nada de merchandising de bandas heavy... Lo que más abunda son los complementos para el frío (gorros, bufandas, guantes, zapatillas, etc) pero también artesanía y dulces.  


La comida, como casi siempre en este país, también ocupa un espacio importante en el mercadillo. Lo tradicional es tomarse un  kuhano vino o comer un čevapčiči. Yo me quedo con el kuhancek que eso de la carne pura y dura no me va.

Kuhano vino, que en Eslovenia se cocina con vino blanco, clavo, canela limón y azúcar. Está muy bueno y  es perfecto para hacer pasar el frío!

Conclusión: como todo en estos tiempos que corren, el mercadillo es una iniciativa comercial, claro está, pero nada que ver con la que se monta en Barcelona, ya sea por la diferencia territorial, cultural o whatever. Así que yo me quedo con el mercadillo de Ljubljana antes que con la fira de Santa Llúcia! y que me perdone el caganer!!!!! pero aquí se respira una atmósfera más auténtica... y se puede pasear tranquilamente!


2. Luces led último modelo de la Barcelona posa't guapa vs. luces "quierosermoderno" de Ljubljana.


Ante todo decir que tengo un conflicto interno con el tema de las luces de Navidad, me encanta verlas pero me tocan los... (...) Tanta crisis, tanto calentamiento global... que se nos "olvida" ante el brillo hipnótico de las lucecitas navideñas.
Pero bien, ese no es el tema... estamos tratando de comparar dos ciudades en Navidad, así que a lo que vamos!

Desde Barcelona'92 parece que la ciudad condal no ha parado de apostar por el diseño, la innovación y las apariencias, por qué no decirlo... Me gusta Barcelona, es mi ciudad, y últimamente me acuerdo de alguien que me dijo que cuando me fuera de ahí, empezaría a valorar lo bueno que tiene... en ese momento pensé "eso es lo que tú te piensas!" pero ahora le empiezo a dar un poco la razón. Después de ver más sitios, he de decir que Barcelona es una de las ciudades más bonitas que hay en el mundo! una de las pocas que se preocupa de que todo sea estéticamente correcto, desde las luces de navidad hasta el uniforme de los trabajadores del metro (y esto lo digo por una mala experiencia en Budapest!). Así que, ante la obviedad, y antes de hablar de Ljubljiana y todo, me quedo con las luces de Barcelona... ¿por qué? Por esto!!:

Las luces en Ljubljana son muy bonitas, no quiero desmerecerlas! El centro de la ciudad está precioso! Por desgracia, cuando sales de ahí la oscuridad del frío invierno lo invade todo! No hay apenas adornos navideños fuera de la zona comercial de Ljubljana! =(


La plaza Prešeren  es el hot spot de la decoración navideña. Ahí, un enooorme árbol lo observa todo desde las alturas. 


A pesar de ser un país bien tradicional y clásico, en Ljubljana intentan despuntar un poco. Esa es la única explicación que se me ocurre para los muñecos tragados por peces iluminados que cuelgan sobre los tres puentes. Me consta que el año pasado se utilizaron adornos planetarios y galácticos... así que parece que en la "capi" de Eslovenia quieren ser un poco modernillos. La verdad, no les ha salido muy bien... me parece curioso, eso sí, no me disgusta, está bien... pero le falta integración con el entorno, esas instalaciones raras quedan aisladas en medio de la navidad más casposa... y eso le da otro mini-punto al ARTE de Barcelona... ;)

Una de las vistas más bonitas es la del río.

3. El Caga Tió vs. Dedek Mraz, duelo de Titanes!


...y no es que me los imagine en Plan Gozilla luchando en blanco y negro sobre la ciudad de Tokyo... (comentario friki de rigor)

Qué decir del Caga Tió? adelanto que tengo predilección por él. Y es que es la perfección personificada en un trozo de árbol!

Es barato: pillas un tronco y le pintas una cara, le colocas una manta encima y, si te lo curras mucho, una barretina y una pipa y... ala! a darle golpes sin remordimientos.


Es el anti-stress más antiguo de la cultura catalana: ¿qué? ¿que estás estresado porque estás indignado y en el paro? que tu jefe te hace la vida imposible? que Rajoy te hace salir urticaria? que tienes un bola de ira en tu interior que ha de salir canalizada de alguna manera? Pon un Caga Tió en tu vida!! Él estará encantado de que le des bien fuerte con un bastón y, en muestra de agradecimiento, cagará para ti un sinfín de regalos (algunos incluso comestibles).

Sigue la norma del "reuse, recycle, reduce": Cuando se acaban las Navidades no has de molestarte en meterlo en una caja en el altillo, como pasa con el resto del atrezzo navideño. Sólo lo tiras al fuego y te calientas de lo lindo cerquita de a chimenea!
(Aquí me gustaría ir un poco más allá... Como en la tradición del Carnestoltes, el hecho de quemar algo puede conectarse con la purificación y el renacer... ya sé que no es tradicional el quemar al pobre Caga Tió, pero si lo hacemos, podemos también pensar en que quemamos todas esas cosas que queremos dejar atrás y empezar purificados el nuevo año. He dicho!)

En Eslovenia la antítesis del Tió es el Dedek Mraz (salvando las distancias). Es cierto que se parece más a Papá Noel, pero también es verdad que es más "local" que Santa Klaus.


Dedek quiere decir "abuelo" y mraz "helado", así que el "abuelo helado" aparece cada 31 de diciembre para repartir regalos entre los niños. Lo más guay del tema es que en realidad, el Dedek Mraz es la alternativa comunista al Santa Klaus capitalista. No hay que olvidar que Eslovenia es una república muy joven, primero perteneció al imperio Austro-Húngaro, luego a la comunista Yugoslávia y desde hace sólo 20 añitos es tan capitalista como todos los demás. Una mezcla de tradiciones se funden en este país y, para mi, esto es curioso y fascinante. Me encantan ver los edificios comunistas (feos y con relieves sobre  la fuerza del trabajo y esas cosas...), los únicos modelos de muebles que se vendían en Yugoslavia en los 70's o escuchar (poco rato) la insufrible polka eslovena que ha conseguido vender en el país más discos que los Beatles (esto no es coña!).

Veredicto: ya os imagináis que me quedo con el Caga Tió, no? Y, ya de paso, comentar que me quedo también con el Caganer!




4. Comerse las uvas en la Barceloneta o emborracharse en la nieve?


En la tele nos llevan inculcando desde siempre que la Navidad sinónimo de regalos, felicidad, familia y FRIO y NIEVE. No me gusta mucho el frío, pero no puedo imaginarme la Noche Buena en manga corta bebiendo mojitos... Barcelona no es una ciudad tan cálida, pero, después de mi experiencia eslovena, lo suficiente como para echar de menos la nieve. Las navidades más auténticas que he vivido nunca han sido aquí, en Eslovenia, preparando el árbol y el Belén al lado de la chimenea.

Pero tanto paisaje navideño idílico se rompió en mil pedazos al enterarme de que aquí no se comen las uvas! Cómo?! y qué hacéis en Noche Vieja?! Pues nada, antes de las 12 y después de las 12 se bebe, también se come, pero se bebe mucho. En España también, pero aquí son un poco brutos... ¿será el frío? O será que no existe ni el turrón ni los polvorones? Es posible que sea una de las pocas personas que comen polvorones, lo confieso, me gustan, me los como, sobretodo después de las fiestas, me gusta comerme las sobras del lote navideño, incluso los mantecados de limón, esos que se quedan siempre huérfanos en la bandeja. No sé por qué, pero saben mejor...



Otras de las ventajas de Eslovenia es que se puede esquiar. Pasar los días de navidad en una cabaña en la montaña dedicándote a esquiar durante la mañana y mediodía y yendo a las termas y la sauna por la tarde, no tiene precio!


Supongo que sería aun más maravilloso si supiera esquiar... mi experiencia en los deportes de invierno fue decepcionante, humillante y dolorosa... pero me he prometido a mi misma que este invierno voy a aprovechar este regalo que me brinda la vida eslovena e intentaré, al menos, poder estar en las pistas sin llamar la atención...



La recompensa viene después, por la tarde nos vamos a las termas a relajar los músculos y evaporar la mente. Esta foto es, además, del Spa al que solemos ir:





Una de las cosas que siempre explico es que no entiendo por qué los eslovenos se dan la mano al saludarse (las chicas entre ellas también) y luego en las termas van en cueros. La verdad es que me costó mucho aceptarlo, pero es que ¡no te dejan entrar con bañador! yo aun tengo mis escrúpulos, pero es como al meterte en el mar, al poco te acostumbras...


Veredicto: Una de las ventajas de conocer dos culturas distintas es el poder fusionarlas. En este apsecto no puedo decidirme por España o por Eslovenia, así que, al igual que hice en mis primeras Navidades aquí, este año pienso comprar mis racimillos de uvas y, si hace falta, sacarles las semillas y quitarles la piel para que todo el personal que esté conmigo el 31 de diciembre se las coma conmigo. No ha habido absolutamente ningún año en que no me haya tomado mis 12 uvas (llámame friki o supersticiosa). Aunque también tengo bien claro que me las quiero comer rodeada de un paisaje navideño de postal, con nieve, abetos y olor a chimenea. También con agujetas, moratones y dolor post ski, con los poros bien limpios y abiertos de mi paso por el Spa y mi chupito de Rakija en mano!



Supongo que ahora sólo queda desear FELIZ NAVIDAD!! o VESEL BOŽIČ! sea en el idioma que sea y hagáis lo que hagáis para estas fiestas, recordad que el Pez Humano piensa en vosotros desde su húmeda cueva y que mueve sus branquias y sonríe cada vez que alguien lee un post de su blog!