miércoles, 13 de julio de 2011

¿Amor a primera vista o campaña de promoción turística?

Esta tarde, camino del centro de Ljubljana, Darko y yo nos hemos encontrado con Julija Primic y, según él, Matja Čop. Son estos dos personajes de la foto:

Al presunto Matja le colgaban unos tentáculos por debajo de la levita...

Ahí iban ellos, tan tranquilos, saludando a la gente que se los quedaba mirando, como si estuvieran paseando por las calles de la Ljubljana del siglo XIX en una realidad paralela.

Sin embargo, ninguno de los dos son los protagonistas del post de hoy, más bien son actores secundarios. El verdadero protagonista aquí es France Prešeren, el poeta más famoso de Eslovenia.


France Prešeren

La historia de Prešeren es tormentosa como la de la mayoría de poetas románticos, pero también es cierto que el mito hace mucho. Sin ir más lejos, buscando información sobre su historia de amor (o mejor dicho) su nunca sucedida historia de amor con Julija, he encontrado varias versiones que caían una y otra vez en topicazos de la literatura amorosa de todos los tiempos. Intentando evitarlos todos,ahí va la historia del poeta más sombrío y tormentoso que ha visto Eslovenia.
France Prešeren nació en 1800 y se murió en 1849 de cirrosis aguda, esto quiere decir que lo suyo era vocación, ya que todo artista bohemio que se precie es un alcohólico profesional. Pero volviendo a sus años más decentes, Prešeren estudió filosofía y leyes y era un poeta aficionado que no empezó a escribir en serio hasta los 28 años. 
Cuando tenía 33, en medio de misa, vio de lejos a una adolescente de 17 años de la que se enamoró perdidamente. Sí, tal y como estáis pensando era Julija Primic. 
Pero aquí hacemos una pausa: ¡la chiquilla era 16 años menor que él! Para la historia de la literatura este amor es algo romántico y puro, para la ley actual Prešeren es un pervertido.
Obviamente Julija no quería a Prešeren. Así debía de ser para todos: para la niña, la familia de la niña (que era aristocrática y no querían relaciones con un poeta pobre) y para el propio Prešeren, que necesitaba un amor no correspondido para escribir sus mejores obras. 

Julija Primic

A partir de aquí, la historia se vuelve un poco borrosa y no hay una opinión unánime. Unos dicen que Prešeren vivió atormentado hasta el fin de sus días por no poder amar a Julija. Otros dicen que realmente los dos protagonistas sí se amaban pero que la familia de ella se oponía y no dejó que vivieran su amor. Luego está Darko, que es el único que dice que Julija se casó con el amigo de Prešeren, Matej Čop, pero yo no he podido encontrar ni una sola referencia a esta versión... es cierto que Čop era amigo del poeta, pero este se ahogó en 1938, sólo 4 años después de que Prešeren viera a Julija en la iglesia. A mi parecer, la historia más fidedigna (y por lo tanto la menos romántica) es la que cuenta que Prešeren vio a Julija sólo una vez en su vida, el día de la iglesia, que nunca más pudo acercarse a ella, ni le habló ni intercambiaron miradas. Él estuvo dos años obsesionado con un amor platónico que da para mucho a la hora de escribir poemas, pero poco a la hora de materializar los sentimientos. Así que a los dos años, se cansó y se juntó con una tal Ana con la que tuvo 3 hijos y Julija siguió su vida sin ser consciente de su papel en la historia. Prešeren llevó una vida desordenada y bohemia, tuvo muchos amoríos y siguió escribiendo a su musa imaginaria. A pesar de todo, se dice que en su lecho de muerte, confesó que nunca había dejado de amar a Julija.
Bien, fuera como fuese, lo único que queda de la vida de este poeta, además de su obra, es el mito y, al fin y al cabo, eso es lo que vende. Los eslovenos se agarraron a Prešeren como a un clavo ardiendo y como los españoles lo han hecho a Cervantes o los ingleses a Shakespeare. Porque, además de ser personajes dignos de mención, pueden ser de gran atractivo turístico, o sea, un buen generador de ingresos.
A mi, al contrario de lo que puede parecer, me gusta Prešeren y también la leyenda de su amor con Julija. A pesar de haber querido ser más fiel a la historia que a la leyenda en el post, me gusta pensar en él como en un personaje de sus poema más que como autor. Por eso me encanta estar en la Prešerna Trg, la plaza del centro de Ljubljana que lleva su mismo nombre y donde se puede admirar la siguiente estauta:

Prešeren con la personificación de la Inspiración.
Y me gusta también jugar a seguir la mirada de la figura de poeta e ir a parar justo a este relieve:

Julija Primic
Y es que  Prešeren tuvo que esperar hasta 1905 para poder mirar y admirar a Julija y que esta le correspondiera. Ese mismo año se inauguró la estatua del poeta que tenéis en la foto de más arriba, la cual mira a un punto fijo al otro la do de la plaza, justo hacia el relieve del busto de Julija (en la foto, sobre estas líneas) que le devuelve la mirada desde la fachada de la casa donde vivió. Por fin, los dos amantes, con amor correspondido o no y con o sin perversión por parte del poeta, pueden pasar los minutos, los años, los siglos... mirándose el uno al otro.

Inauguración en 1905 de la estatua de Prešeren, situada en la que, por aquel entonces, era la Plaza de María. 
A mi me gusta pensar que esta tarde, France y Julija han pensado que hacía mucho calor para quedarse quietos en la plaza y han decidio salir a pasear por las calles estrechas de Ljubljana, donde da más la sombra. Así que, llevándole la contraria a Darko (para no variar...) yo digo que los dos que hemos visto hoy en el centro eran Julija y Prešeren.

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